Aditivos Alimentarios ¿sí o no?
Desde hace miles de años nuestro afán es recolectar, cazar y conservar comida para tener reservas para épocas de hambre y por ello el hombre buscaba todo tipo de sustancias que pudieran aumentar la vida útil de un alimento conservando lo máximo posible sus cualidades, como por ejemplo recipientes donde guardarlos, protegerlos del agua, aire y añadir sal o azúcar, cubrir con miel, grasa, vino, etc.
Además de la conservación intentamos aromatizar, añadir o potenciar olores, sabores, color de la comida para que sea más apetecible con azafrán, canela, cúrcuma, etc. pero después decidimos desarrollarlos químicamente y comenzamos con coloraciones metálicas, pero esto fue aumentando a medida que disminuía el tiempo en la cocina. Y por ello a mediados del siglo XX se organizan Comités y Asambleas para regular estos aditivos utilizados por la industria alimentaria y elaborar así una LISTA.
¿Que es realmente un aditivo?
Es un compuesto añadido intencionadamente a un alimento o bebida para modificar sus características, conservación y elaboración y así mejorar el uso a que son destinados sin propósito de cambiar su valor nutritivo. Estas definiciones van cambiando.
Como es de manera intencionada los pesticidas, abonos y antibióticos no cuentan. Pero los aditivos en sí, deben aparecer en el etiquetado nutricional. Pero… hay unas sustancias que se llaman coadyudantes tecnológicos que no tienen que ver con los aditivos, no se consideran ingredientes y no se recogen en las etiquetas nutricionales. Cuando oímos la palabra aditivos nos ponemos en alerta pero tenemos que saber que los hay naturales obtenidos de organismos animales o vegetales, por síntesis química idénticos al natural, naturales modificados o artificiales (estos no existen en la naturaleza).
Tipos:
- Edulcorantes (dan sabor dulce).
- Colorantes (dan color).
- Conservadores (prolongan la vida del alimento protegiendo de microorganismos).
- Antioxidantes (prolongan la vida del alimento protegiendo de la oxidación).
- Soportes (disuelven, diluyen o modifican).
- Acidulantes (aumentan acidez).
- Correctores de acidez (controlan acidez o alcalinidad).
- Antiaglomerantes (reduce la tendencia a adherirse).
- Antiespumantes (reducen o impiden la espuma).
- Agentes de carga (aumentan el volumen de un producto).
- Emulgentes (ayudan a una mezcla homogénea).
- Sales de fundido (reordenan proteínas del queso de manera dispersa).
- Endurecedores (mantiene o vuelven las frutas firmes).
- Potenciadotes del sabor (realzan sabor y aroma).
- Espumantes (hacen posible formar de fase gaseosa a líquida o sólida).
- Gelificantes (dan textura a través de un gel).
- Agentes de recubrimiento (dan brillo o dan una capa protectora).
- Humectantes (impide que se seque el alimento).
- Almidones modificados (almidones con tratamiento químico).
- Gases de envasado (gases introducidos).
- Gases propelentes (gases que expulsa un producto).
- Gasificantes (sustancias que liberan gas).
- Secuestrantes (forman complejos químicos con iones metálicos).
- Estabilizantes (estabilizan el estado físico-químico de un producto alimenticio).
- Espesantes (sustancias que aumentan la viscosidad).
- Agentes de tratamientos de harinas (sustancias que se añaden a la harina o a la masa para mejorar su calidad de cocción).
La EFSA se encarga de la regulación de estos aditivos en Europa, pero en EEUU se encarga la FDA, por eso hay aditivos aprobados en unos países y en otros no. En Europa están organizados a través de un código que comienza por E y que es único, es decir, no está repetido.
Tenemos que ser CONSCIENTES de que esta producción masiva de aditivos no solo es cosa de la industria alimentaria sino de nuestra demanda como consumidores ya que queremos que los alimentos duren, tengan un aspecto y un color perfecto y sepan estupendamente.